TALLER DE ESCRITURA


URSULA

Primera tarea de mi taller de escritura, un micro relato de mí.

Me gusta creer en la sincronía de las cosas, por eso el que Lucía, mi ahijada, haya nacido un 14 como yo me pareció predestinado. Creo también en la teoría en la que se asegura que los primogénitos son iguales al padre, así que aquí me tienen con una nariz, una sonrisa y una miopía compartidas. Y aunque la destreza para tocar la guitarra no la tengo, el compás lo llevo en los zapatos. Bailo flamenco. En el zapateo mi vergüenza se diluye, medito en movimiento y en esa tribu gitana que hemos formado me vuelvo un poco farruca-


LA CONSIGNA: ABRIR EL ENCIERRO

Escrito a inicios de mayo de 2020. Micro relato

Desde que lo conozco, nunca le gustaron las entradas tibias, toda visita es dramática. Elige muy bien el escenario: mis 35 años, mi primer viaje sola a Nueva York y ahora la cuarentena.


Cuando creo saber su próximo gran estreno huyo, aunque sé que no me escapo de la entrada V I P con meet and greet que me espera. Mi último pase tuvo vigencia de casi un año y recé porque sólo fuera un desliz de mi carta astral. Pero hace una semana me arrastró y me impuso un nuevo toque de queda. El nervio más largo de mi cuerpo friccionó con mis miedos y mi falta de estiramiento emocional. Con el cable irritado de mi pierna izquierda, forcé un último movimiento y me tiré en la cama. Me llené de rabia y lloré el miedo a no tener quien me cuide cuando yo no pueda hacerlo por mí.

No imagino resistir la peor faceta de la ciática en cuarentena. Este es el 2020, mis 40 años, la sincronía numérica perfecta para un buen reseteado de vida según me dijeron en mi baño de florecimiento. Pero él se caga de risa, me paraliza con una descarga de dudas y deja sin parche la herida que no veo. Me ha bajado del podio de la mujer independiente en el que me había puesto y me ha atravesado entera.